viernes, 16 de noviembre de 2012

Impuesto al carbono


Los impuestos son para financiar al Estado, pero también tienen el efecto de inducir o penalizar conductas, productos o servicios, ya que actúan como incentivos económicos. Lo ideal es que los impuestos sean universales y proporcionales, que tengan un bajo costo recaudatorio, que dificulten la evasión o la elusión, que sean progresivos (que recaigan más sobre quienes tienen mayores ingresos), y que inhiban conductas socialmente indeseables, o bien, que alienten aquellas que son beneficiosas para la sociedad. Los impuestos directos al ingreso como el ISR y el IETU son progresivos, pero muy costosos de recaudar (para el Estado, empresas y personas físicas), además de que es posible evadirlos o eludirlos  de manera generalizada en la extensa economía informal. Lo peor es que representan  un castigo a la inversión, al trabajo y a la rentabilidad de las empresas. Pero al parecer no hay forma de evitar que los gobiernos se financien en una buena parte con impuestos directos al ingreso.  En México hay un impuesto peor (administrado por gobiernos estatales), que es el impuesto sobre nómina. Es decir, entre más empleo genere una empresa, mayor será su carga tributaria...
En contraste, los impuestos indirectos generales recaen sobre el consumo de todo tipo de bienes y servicios, como el IVA. El IVA sólo aplica al valor agregado por cada eslabón en la cadena productiva, por lo que es acreditable; implica también un ejercicio complejo de contabilidad. Regularmente los impuestos indirectos son menos costosos y más fáciles de recaudar, aunque son asimismo vulnerables a la elusión por creatividad fiscal en las empresas, y obviamente, a la evasión en la economía informal. Su efecto distributivo (sobre el ingreso de las personas y familias) puede ser ligeramente regresivo en ocasiones,  aunque esto puede y debe corregirse eficientemente por la vía del gasto público.
En México, los ingresos del Estado serán en 2012 de aproximadamente 2.3 billones de pesos. De ellos, 800 mil millones serán aportados por el binomio ISR-IETU, y 556 mil millones por el IVA. PEMEX contribuirá con 768 mil millones, y otros impuestos y derechos con 190 mil millones. Es decir, el Estado se financia mayoritariamente con instrumentos fiscales que desincentivan la inversión y el empleo, por un lado, y por el otro, con la renta petrolera que extrae por medio de exacciones (derechos y aprovechamientos sobre hidrocarburos) a su monopolio PEMEX. Esto le impide realizar las inversiones necesarias para mantener la producción a largo plazo. (Tanto la producción de petróleo como de gas se han reducido en los últimos ocho años de manera notable). La mayor afrenta al interés colectivo, sin embargo, es que con tales recursos el gobierno subsidia el consumo de combustibles automotrices. Como se sabe, es la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero en nuestro país (casi 25%), que aumenta en forma galopante, además de provocar una gigantesca trama de distorsiones ambientales, económicas, urbanas, energéticas, y sociales.  Este año, el subsidio ascenderá a cerca de 250 mil millones de pesos, ¡casi el 11% de todos los ingresos del Estado! Por cierto, esta cifra supera a todo el gasto federal en educación. Algo sin duda demencial ¿o hay otra forma de llamarlo? El precio de gasolinas y diesel en México es de los más bajos en América y en el mundo; lo normal es que en otros países latinoamericanos (excepto Venezuela y Ecuador), europeos y asiáticos cueste aproximadamente el doble que aquí.

Si se eliminara el subsidio y se estableciera un impuesto al carbono (carbon tax, que ya se considera en Estados Unidos para salvar el precipicio fiscal, además de ser el instrumento idóneo para combatir el cambio climático) que llevara el precio en México, digamos, a 20 pesos por  litro, el Estado dispondría de ¡700 mil millones de pesos adicionales! (70 mil millones de litros consumidos al año, por 10 pesos cada uno). Aportaría más que el IVA y casi alcanzaría al ISR; se abatirían las emisiones de CO2 y las importaciones; se haría más eficiente el parque vehicular; las ciudades serían más compactas y densas; se promovería al transporte público; y dejaríamos de regalarle dinero a quienes tienen más altos ingresos. Nadie podría evadir el impuesto al carbono, además, muy fácil y barato de recaudar. Sería posible reducir significativamente el ISR (para ganar competitividad), y liberar fiscalmente a PEMEX en el contexto de una reforma energética. De acuerdo a la experiencia en otros países y a la evidencia analítica, el impacto inflacionario sería muy pequeño y transitorio, y el efecto distributivo neutral. ¿Por qué no?

3 comentarios:

  1. Interesante propuesta pero, ¿un aumento a la gasolina no aumentaría también los costos de algunas cosas básicas?, además esto causaría mucho disgusto entre la población que de por si esta muy molesta con los "gasolinazos" y que decir del transporte público ¿su costo aumentaría exageradamente no?. Creo que es una buena idea pero sería muy arriesgado llevarla a cabo.

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  2. Yo tampoco termino de entender del todo la propuesta de este señor....
    Por un lado -dice él- Que aumetaría en mucho los ingresos de estado, se reduce el ISR se fomenta la competitividad etc etc bien, suena bien.

    Si yo gano 13 mil pesos mensuales y mi gasto de gasolina es de 1500 pesos mensuales, según esta propuesta aumentaría cerca de los 3 mil pesos durante el mismo periodo. Usar el transporte público por lo menos en Monterrey es de locos; les comento que además de ineficiente y sucio esperar el camión 15 minuts bajo el yugo solar de esta linda tierra es francamente sudoríparo. ¿De que otra manera los podría recuperar? Eso no lo explica y me quedo con la duda... ¿Mi patrón me aumnetaría el sueldo? ¿Bajaría el costo del consumo eléctrico? ¿Cómo?
    En fin ahi lo dejo.

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  3. ESTIMADOS HERMANOS:
    La solucion para la pobreza extrema es de que las mujeres esbeltas y hermosas se casen matrimonialmente con varones de remuneracion económica elevada y tambien las que no pueden contraer matrimonio deben resarcir masoquistamente a los tales por medio de ventosearlos al semblante con densos pantalones agudos por esbeltos dorsos de las cínicas pretenciosas que sean secuaces de la masturbacion abnegada de los tales con zarandearlos extasiantemente con prominentes bates para preservarlos cándidos.

    Atentamente:
    Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
    Documento de identificacion personal:
    1999-01058-0101 Guatemala,
    Cédula de Vecindad:
    ORDEN: A-1, REGISTRO: 825,466,
    Ciudadano de Guatemala de la América Central.

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