viernes, 6 de junio de 2014

Cambio climático, Obama se mueve

Barak Obama no ha sido un presidente particularmente asertivo; sus titubeos, repliegues y vacíos  en  política exterior son  inquietantes para sus aliados, y tentadores para adversarios potenciales. Su insuficiente trabajo políticoduro con la oposición ha implicado una administración poco productiva. No obstante,  cierto es que pagó facturas ajenas por  la crisis del 2008, y que se vio compelido a resolver costosos  entuertos militares heredados por su predecesor. También, es verdad que le ha tocado un tiempo de recrudecimiento en las guerras ideológicas domésticas desatadas por la ultraderecha (que abandera causas tan extravagantes como el creacionismo divino  y la negación del calentamiento global). En el contexto de un Congreso dividido, el bloqueo legislativo ha hecho abortar iniciativas estratégicas en seguridad social, medio ambiente, presupuesto, inmigración, reforma fiscal, y desde luego, cambio climático. Además, Obama ha enfrentado restricciones fiscales inéditas, una opinión pública cada vez más aislacionista, y un persistente ambiente económico recesivo.
Así, durante su primer período, fracasaron sus intentos de hacer pasar por el Congreso una legislación climática indispensable para participar activamente en un nuevo acuerdo internacional. Junto con la negativa de China a asumir compromisos vinculantes de reducción de emisiones, esto ha paralizado todo el proceso de negociación en el seno de la ONU. Recordemos que China es el primer país emisor de gases de efecto invernadero en el mundo, seguido por Estados Unidos. Sus emisiones sumadas, alcanzan cerca del 45% del total global.
Ante el bloqueo legislativo, Obama recurrió en 2012 a interpretar al CO2 como un contaminante que “pone en riesgo la salud de la población”, para que pudiese caer dentro de las facultades regulatorias de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), de acuerdo a la Ley del Aire Limpio. La impugnación judicial de los republicanos no se hizo esperar, y el caso llegó hasta la Suprema Corte de Justicia, que finalmente dio la razón al Presidente. Sobre esta base, Obama recurrió en días recientes a sus poderes ejecutivos para mandatar a la EPA a regular las emisiones de CO2 de las plantas termoeléctricas de carbón, que representan más del 52% de la capacidad de generación eléctrica en los Estados Unidos, y un 40% en el inventario total de emisiones de ese país. Las regulaciones anunciadas harán extinguirse gradualmente a la industria del carbón. Habrá una oposición militante de legisladores tanto republicanos como demócratas, especialmente en los estados de Kentucky, Virginia Oeste, Pensilvania, Kansas y otros, donde la industria carbonífera es sumamente poderosa y representa una considerable fuente de empleo local.
El mandato regulatorio de Obama es tal, que se proyecta una reducción de 30% en las emisiones de los Estados Unidos en el 2030, algo que tiene varias implicaciones trascendentes. La primera es que permite a Estados Unidos retomar liderazgo en el tema a escala multilateral para reanimar el proceso de negociación hacia un nuevo acuerdo de lucha contra el cambio climático. La segunda es que eliminará una poderosa justificación para la resistencia de China a asumir compromisos vinculantes. La tercera es que significará una mejora sustancial en la calidad del aire en grandes regiones de los Estados Unidos, en particular en cuanto a lluvia ácida y óxidos de azufre, partículas respirables, y diversas sustancias altamente tóxicas (como el mercurio), e incluso radiactivas (como el uranio, el torio, y el potasio 40) que están presentes naturalmente en el carbón, y que después de la combustión se integran a la escoria o bien son emitidas y dispersadas en la atmósfera. La cuarta, es que tenderá a cambiar la matriz energética norteamericana,  dará pie al renacimiento de la energía nuclear, y dará un impulso definitivo a las energías renovables. ¿Y México, qué?


lunes, 26 de mayo de 2014

¿Volver al urbanismo porfiriano?

Existe una relación causal directa entre el carácter y ambiente físico de la ciudad, y la salud social, las conductas cívicas, la cohesión y vitalidad ciudadanas. La sociedad moderna es una creación física. En buena medida, las ciudades que hemos creado en México durante décadas han propiciado la decadencia cívica, y el fin del hombre público. No puede existir una comunidad, ni lazos de confianza y reciprocidad, ni identidad y dignidad ciudadana en una ciudad carcomida, extensa y desarticulada, segregada; donde imperan la exclusión y la reclusión en fraccionamientos bardeados y centros comerciales que ofrecen un grotesco remedo de  vida pública urbana. Tampoco, donde la mayor parte los espacios e infraestructuras públicas caen  en la degradación, la fealdad, la inmundicia y la ocupación ilegal.
Antiguamente se planeaban barrios  con  criterios cívicos, históricos, estéticos y culturales. Ahí están los extraordinarios ejemplos de planeación y desarrollo urbano porfiriano en las colonias Santa María la Ribera, San Rafael,  Roma y  Tabacalera, y otras posteriores; con todo y plazas, parques, comercios, escuelas, transporte (tranvías) y servicios públicos. Todo lo perdimos. Nos entregamos  a la simple minimización de costos, que arroja palomares monotemáticos de viviendas infinitesimales aisladas de la ciudad. Y a la exclusión pretenciosa y de mal gusto en los suburbios,  dentro de guetos amurallados  para McMansions mexicanas, adscritos a enclaves de oficinas exo-urbanas hacia donde emigran los corporativos que abandonan la ciudad (porque ahí cerca vive el CEO). Aunque a los infelices empleados y trabajadores se les imponga un viacrucis infinito de traslados. (Santa Fe).  
El Estado renunció a hacer ciudad y a crear barrios y comunidades cívicas, dejó todo en manos de desarrolladores privados, de manufactureros de vivienda subsidiada masiva y en serie, y de la informalidad.  La ignorancia e incapacidad de políticos y funcionarios de espíritu provinciano, un déficit casi total de cultura urbana entre la población, y reminiscencias rurales de utopías bucólicas en el imaginario colectivo, fertilizaron este modelo desde el lado de la demanda. Proyectos exo-urbanos motivados por el esnobismo y el interés,  programas de desarrollo urbano locales, así como normas y regulaciones de uso del suelo lo codificaron, permitieron y alentaron. México se enfrascó en una cruzada anti-ciudad, ante la mirada indiferente o impotente del gobierno federal, que abdicó de todas sus facultades en materia urbana con las reformas de 1983 al Artículo 115 Constitucional.
Al gobierno federal sólo le interesó la construcción de casas a granel, e ignoró el imperativo de diseñar y desarrollar verdaderos barrios y comunidades urbanas, donde convivieran productivamente la vivienda socialmente diversificada, comercios, servicios, e incluso industrias, con espacios públicos funcionales, dignos y bellos, que ofrecieran un sentido de pertenencia e integración a la sociedad. 
La minimización de costos en la vivienda oficial ha traído consigo no sólo la necrosis del tejido urbano, estrechez extrema, lejanía, dispersión, y neurosis social, sino  degradación en la calidad: ductos de plástico, puertas huecas, y paredes de grosor capilar que destruyen la intimidad. La dispersión y lejanía extinguen al peatón y al espacio público, extrapolan los costos de transporte, convierten a los ciudadanos en automovilistas agresivos que compiten por cada metro de asfalto,  colapsan la productividad y la vida familiar, elevan el número de coches, reducen el ingreso disponible, y aumentan la cartera vencida, además de provocar el fenómeno de la vivienda abandonada.
Es urgente una política seria de reconstrucción de ciudades, no de producción en serie de vivienda, ni de multiplicación de espacios para autos: recrear la vida cívica urbana; hacer efectivo el derecho a la ciudad; reconstruir el espacio público para desarrollar ciudadanía, calidad de vida y cohesión social; integrar el tejido urbano sin bardas ni rejas; crecer para arriba, densificar y diversificar; conectar e incluir.

martes, 6 de mayo de 2014

El caso venezolano, vergüenza para México

Por Luciano Quadri
Con fotografías de Luciano Quadri
6 de mayo de 2014

“En México estamos igual o peor, solo date una vuelta por…”.

1.     30 años de CEDICE

El Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (CEDICE) En Venezuela cumplió 30 años, y para tal efecto organizaron una serie de conferencias el 24 y 25 de abril de 2014 relativas a temas políticos, sociológicos, económicos, energéticos y de la coyuntura venezolana en el auditorio municipal de Chacao, un municipio de oposición en Caracas. Como expositor magistral y líder de la Fundación Libertad estuvo Mario Vargas Llosa. Otras instituciones, al enterarse de dicho encuentro, y entendiendo lo difícil que es la realidad venezolana, se sumaron al evento para conformar un epicentro de voces opositoras nacionales e internacionales al régimen represivo y probablemente militarizado de Nicolás Maduro. El evento contó con un nutrido cartel[1] y del que tuve la fortuna de formar parte gracias a la invitación de la Fundación alemana Friedrich Naumann (FNF) para la libertad así como de la Red Liberal de América Latina (RELIAL). En Venezuela solo algunos atrevidos periódicos, blogs y páginas de noticias por Internet pudieron difundir los testimonios de gente de toda América que aseguraban: “Venezuela no está bien”[2].

2.     Infraestructura

El aeropuerto de Caracas es fantasmal, peor que el de La Habana en términos de tráfico aéreo. Se ve un avión de Iberia, uno de Lufthansa y por ahí otro de Alitalia, que sin pasajeros cumplen la cuota geopolítica de tener presencia en el país andino. Avianca, aerolínea de bandera colombiana, es de las pocas que aún mantiene vuelos a Caracas “reales”, a pesar de que manda Airbus A330 con capacidad para 300 pasajeros y no llena ni una cuarta parte del avión. Para un aeropuerto de dimensiones similares al Benito Juárez, hay contadas tiendas, todas ellas fachada para encubrir la escasez que azota al país. Marcas nacionales con estantes vacíos, otras de marcas globales también con estantes vacíos. Sin gente en ninguno de los casos. A la vuelta, a mi regreso a la Ciudad de México, en el supuesto patio de comida rápida, el dependiente me regaló la Coca Cola y me dejó en aproximadamente 20 pesos mexicanos más barato el Shawarma porque era de combinación de carnes que sobraban pues ya no había más carne de res. Al ofrecerle dólares declinó y me dijo–como me sucedió en incontables ocasiones en mi estancia en Venezuela-: “Nos da igual, el dinero ya no vale aquí y no puedo cambiar los dólares más que en el mercado negro. Llévese la Coca Cola gratis”. La gente que acepta dólares puede ser arrestada.

El aeropuerto Simón Bolívar de Caracas se encuentra en la costa, la capital a unos 20km a través de un camino serpenteante entre el fin de los Andes (todo en Venezuela se llama y es alusión a Simón Bolívar, reforzando así el culto al caudillo que “fortalece” la Revolución Bolivariana chavista.  Poco a poco van fabricando la transición-binomio Bolívar-Chávez). Caracas, ubicada a unos 900 metros de altura, sorprende por la propia altura y su cercanía al mar además del angosto valle en el que se ubica rodeada por murallas andinas de más de 2 mil metros de altura.

Esta peculiar orografía hizo que Caracas, a partir de la década de los 60, se convirtiera en el faro del modernismo arquitectónico de América Latina. La necesidad por albergar a sus ahora 2 millones de habitantes (4 con el área conurbada) empujó a la ingeniería hacia los cielos. El horizonte caraqueño es impresionante por sus altísimos y esbeltos rascacielos de departamentos y oficinas que tienen su propio estilo. Hoy, esos edificios masivos de concreto, la mayoría, han sido ocupados por beneficiarios de la política asistencial chavista. Los dueños legales han sido desplazados, criminalizados y expulsados del país en su mayoría dando lugar a una nueva raza de miseria; las favelas verticales[3].

Por supuesto, y a pesar de la gran pendiente de las montañas circundantes, Caracas también cuenta con múltiples cinturones de miseria mexicanos o favelas como las brasileñas.  Estas aglomeraciones de pobreza se mezclan con los edificios y avenidas históricas de Caracas, son colindantes y adyacentes a lo que alguna vez fue riqueza; hoy todo es pobreza. Las favelas caraqueñas se encaraman a las montañas como cabras de monte, desafiando la gravedad y la lógica física de ingeniería improvisada. Es inevitable pensar ¿cómo es que sin calles los caraqueños tienen que subir y bajar diario lo que supera hasta en 40 grados de inclinación las pendientes más extremas? Esto en comparación con Cuauhtepec, uno de los peores lugares en la Sierra de Guadalupe al norte de la Ciudad de México.

No existen proyectos visibles de integración a la ciudad para personas de escasos recursos como plazas, espacio público nuevo, parques, transporte público multimodal y todos aquellos proyectos que florecen en el mundo desarrollado reviviendo y modernizando a las ciudades. Simplemente se ha regalado el dinero, y eso sí, para evitar la fealdad visual pintaron las favelas, pero la basura y miseria, el transporte público e indigno continúa y estoy seguro que se acentúa día con día. Este es el primer indicio de que la Revolución Bolivariana no ha cambiado las cosas de fondo. O sí, para mal, por lo menos en lo estético. Hasta ese momento seguía dándole el beneficio de la duda.

“En México estamos igual o peor”. Tenemos similitudes, de hecho, he escrito sobre las miserias urbanas de la Ciudad de México[4]. Pero no es lo mismo, México no está peor. Aún no he profundizado, pero en el recorrido para adentrarme en la política venezolana, solo con recorrer las calles caraqueñas, ya hay algo en el aire que es muy diferente y aterrador.

3.     Gobierno

Chacao es el “Polanco” de Caracas. Con un alcalde oposición que se las ha visto difícil en los medios para permitir las protestas (si leyó bien, permitir) sin que la policía municipal sea objeto de infiltración y presión de la gran Guardia Nacional Bolivariana (GNB), la policía militar encargada de mantener el régimen[5].  De hecho toda la ciudad de Caracas tiene un alcalde de Oposición, Antonio Ledezma. A este señor alcalde de elección democrática y férreo opositor a Maduro le han creado una estructura de gobierno paralela, emulando al Pacto de Varsovia para sovietizar a todos los países  incluidos. La técnica centralista consiste en crear estructuras paralelas de gobierno que drenan de recursos al gobierno local democráticamente electo. Caracas pues, ya no tiene un gobierno o alcaldía fundada en la separación de poderes y en niveles de gobierno, mucho menos uno electo sino uno que depende del Partido Socialista (PSUV) (“Gobierno del Distrito Capital”), que ni siquiera depende del gobierno de la República sino del comité partidista[6]. Y no solo Caracas ha sufrido esta desaparición de gobiernos opositores que ha sido lubricada con propaganda exhaustiva del régimen. Todos aquellos estados y municipios de oposición al PSUV tienen ya sus estructuras paralelas de gobierno. En México definitivamente no tenemos eso (el caso Michoacano evidentemente queda fuera: no es lo mismo una parcial desaparición de poderes por violencia el narcotráfico que una por cuestiones políticos y de control ideológico).

Se rumora que Nicolás Maduro ya no está en control del gobierno. Pareciera que los residuos militares del chavismo se han aprovechado de la imagen reminiscente de Chávez que la gente vio en Maduro; hoy son utilizados como fachada mientras los militares férreos asesorados por cubanos van accediendo y ascendiendo a los lugares de poder en los tres poderes. Diosdado Cabello, Capitán del Ejército Bolivariano y presidente de la Asamblea Nacional, se presenta en actos públicos a veces como civil y a veces como militar; es uno de los absolutistas en el gobierno venezolano que además ha tenido decenas de acusaciones graves de corrupción[7]. En menos de nueve meses Maduro ha nombrado a más de 368 militares en cargos que llegan hasta ministros nacionales, sobre todo en áreas económicas, de infraestructura y seguridad[8].

En cuestiones de democracia sobra decir que ésta es prácticamente inexistente en Venezuela. “En México estamos peor…”. El corporativismo mexicano y las prácticas de compra de espacios en medios de comunicación fuera de la ley en campañas electorales parecen un grano de arena frente al desierto venezolano. No sé qué mexicano valiente o miope se atrevería a preferir la reelección indefinida venezolana[9] frente al sistema democrático imperfecto mexicano.





4.     Medios de Comunicación

La televisión venezolana es de risa. Todos los canales, sin importar el contenido, hacen alusiones positivas al régimen, alusiones “anti yanquis” y “anti imperialistas”, condenan a los de oposición sistemáticamente y los van aplastando al tiempo que manipulan toda declaración y hecho descaradamente. Dice Carlos Blanco, una de las mejores plumas de El Universal, el periódico con mayor circulación en Venezuela, que las dictaduras del S. XXI ya no suprimen a los medios de comunicación sino que los ahogan lentamente y los desacreditan, luego los expropian bajo argumentos de “interés nacional”[10]. Cualquier problema al cargar el artículo se debe a que el gobierno, bajo “interés de la Revolución Bolivariana” ha expropiado todo lo relativo al control de Internet. Todas las páginas de opositores y medios en contra del régimen no son dadas de baja sino que son lentísimas al cargar, tanto así que es desesperante esperar para verlas[11].

En el evento de CEDICE, Vargas Llosa tuvo dos participaciones magistrales además de la conferencia de prensa. En sus tres intervenciones condenó repetidamente al régimen de Maduro, habló de la represión y acusó la ceguera y necedad de América Latina que ignora lo que pasa en Venezuela. Por la noche, dos de los canales oficialistas de televisión editaron y cortaron las palabras de Vargas Llosa para que éstas parecieran que apoyaba a Maduro frente a los “estudiantes revoltosos”.

En México no tenemos varios canales de tele abierta oficialistas que repitan incesantemente discursos y propaganda de Peña y condenen al PRD, MC, PT o MORENA tachando de criminales a cualquiera que se manifieste en contra del PRI.

“En México estamos peor…”. Las protestas contra la ley de telecomunicaciones demuestran que no estamos igual. Los diversos medios, blogs, tuiteros, periódicos, cadenas humanas, etc. son la evidencia de que en México se tolera la crítica abierta y hay canales de televisión que hablan de otra cosa que no sea del régimen. Cualquiera puede criticar al gobierno y hacer mofa de ello sin ser visitado, encarcelado y torturado por el CISEN.

5.     La libertad es el futuro

El evento de CEDICE contó con las palabras del Alcalde de Chacao, Ramón Muchacho y del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma. Este último, viendo el auditorio abarrotado y lleno de prensa extranjera, se soltó a denunciar todas las atrocidades de las que Venezuela ha sido víctima. Su discurso fue conmovedor y llenó a todos los presentes de indignación y a varios de lágrimas. La misma indignación sentí yo como mexicano, pues mi país le ha dado la espalda a un problema que es un potencial polvorín para América Latina, México y el mundo. Vargas Llosa, en su primera intervención, denunció esta situación[12].

Uno de los pilares del chavismo y de la manutención de Maduro en el poder radica en la invención de un enemigo, una táctica recurrente en todos los gobiernos autoritarios que van desde el nacionalsocialismo, socialismo, comunismo, fascismo, etc.; en el caso venezolano es el “Imperio Yanqui”. Se le suma la locura colectiva de seguir a un caudillo autoritario que Carl Jung describió a detalle. Por ello, toda oposición en Venezuela, de acuerdo con el régimen, es financiada por la CIA, por el FMI y por intereses imperialistas.

Lo que es cierto, fuera de toda paranoia, es la intervención cubana. Eso sí, Venezuela dejó de ser supuestamente intervenida por EE. UU.  para pasar a ser la puta de Cuba. Los cubanos, fieles a su estereotipo, han logrado llevarse parte del petróleo venezolano gratuitamente para mantener su régimen dictatorial, y no solo eso, los cubanos promueven reformas de apertura e inversión privada en su país, mientras que con promesas del socialismo utópico asesoran a la clase militar venezolana para mantener el control a través de crímenes de Estado y propaganda incesante mientras Venezuela se hunde en un régimen que ya de chavista o socialista no tiene nada[13].

“México está peor…”. Nuestras protestas contra Peña Nieto, contra reformas estructurales, contra la desaparición de Luz y Fuerza, etc. en poco se asemejan a las venezolanas. Ninguna de esas protestas ha sido reprimida brutalmente con “ballenas” de agua a presión, con mil cartuchos de bombas lacrimógenas por noche sobre los campamentos de la CNTE, no se han utilizado gases nerviosos (gas verde y amarillo) en las marchas del “1DMX”, no se han utilizado perdigones engrasados para que estos corran por el torrente sanguíneo y detengan el corazón de los “anarquistas”, no han cambiado los cartuchos de las bombas lacrimógenas por explosivos para que éstas exploten en manos de los manifestantes una vez que intenten ahogarlas o regresarlas, no han detenido a miles y torturado a cientos, no han culminado en el encarcelamiento de líderes políticos, presidentes de partidos, diputados y en la sistemática criminalización de decenas de miles y por supuesto, en México no hemos sabido de casos en que cada noche la Policía Federal entre a los campamentos de la CNTE, el SME o de los anarquistas y le dé un balazo en la cabeza a los líderes de cada campamento solo para regresar a la noche siguiente y hacer lo mismo con los testigos.

Existe una relación de los que, hasta ese entonces, habían perdido la vida a manos de la Guardia Nacional Bolivariana o a manos de los colectivos (grupos paramilitares organizados por cubanos) de El Universal venezolano[14], mientras que hay manejo mediático oficial donde se “desmiente todo”[15].


6.     Escasez y racionamiento

 “En México estamos igual o peor…”. El último día de mi estancia en Caracas visité de nuevo uno de los campamentos y barricadas –o Guarimbas- de estudiantes y sociedad civil. Mientras varias madres y vecinos bajaban víveres y medicamentos al campamento, los jóvenes se preparaban para la que sería una de las grandes marchas de la semana. Chacao ha sido el epicentro de muchas de las batallas donde cientos han resultado heridos y varios muertos, ignoramos cuántos en realidad. Mientras Caracas se preparaba para una de las grandes protestas casi semanales, junto con un grupo de periodistas visitamos algunas de las tiendas de campaña. Durante las fotografías de los reporteros internacionales que nos acompañaban un indigente, no recuerdo si descalzo pero sí muy flaco y con ropa andrajosa, de entre sus balbuceos pensé me pediría dinero invariablemente, sin embargo, en algún momento sacó de su pantalón roído un fajo de billetes, bolívares de diferentes denominaciones. Su queja no era como la de un mendigo mexicano sino sobre la frustración de no poder comprar alimentos.

Resulta que en muchos lugares, sino es que en todos los que tienen “productos primarios” (comida), es necesaria una tarjeta de racionamiento y una identificación con domicilio y, claro, de preferencia estar afiliado al PSUV[16]. El señor, por ser indigente y no contar con hogar o cédula de identificación oficial, no podía comprar comida a pesar de tener el dinero en la mano. Decenas de ellos se ven la calle languideciendo desesperados esperando que alguien con cédula les ceda su compra semanal o mensual de un pan. Por supuesto difícilmente sucede eso pues la comida tiene asignación sin importar cuánto dinero tenga uno.

En México hay mucha pobreza alimentaria, millones de personas viven en estas circunstancias. Sin embargo, cualquier mexicano puede encontrar los medios para salir adelante por lo menos en la obtención de alimentos. Existe una insípida sociedad civil que ayuda a los más necesitados (inexistente en Venezuela) y por lo menos existe la libertad de irse de México o trasladarse en el interior de la República para buscar mejores oportunidades. En México puede ser mala suerte, en Venezuela la miseria es para todos y es una política del régimen.

7.     Economía

El racionamiento irreal es producto de la nefasta política económica que ha perforado cada uno de los sectores productivos venezolanos. La inflación anualizada en alimentos llega a 80% y casi 60% para el resto de productos y servicios, siendo la más alta del mundo[17]. En México, los que añoran un “socialismo” como el cubano o el venezolano poco entienden lo que significa la inflación, siempre encontrarán un contraargumento tangencial que se libre de explicar cómo es que, en un escenario paralelo, si tuviéramos ese “socialismo” en México, un kilo de tortillas que hoy cuesta alrededor de 10 pesos al año que viene costaría casi 20. Por supuesto sin ajuste salarial y con extrema escasez y colas para acceder a lo más básico. En México no imaginamos lo que sería tener 80% de inflación en alimentos, no lo han sufrido aquellos que pregonan el socialismo como algo viable. Argentina le ha seguido los pasos a Venezuela y su inflación ya está en 50% en diversos rubros. El tipo de cambio en Venezuela y Argentina ha inutilizado el dinero y por supuesto, los bancos centrales han perdido autonomía, principio básico para el funcionamiento de cualquier economía[18].

8.     Petróleo

Incluso la economía petrolizada venezolana ha fracasado, así como en México nuestra “administración de la abundancia” con López Portillo pero mucho peor. No teniendo a quién venderle la materia prima, y tras los distanciamientos oficiales con Estados Unidos, Nicolás Maduro decidió pedir un préstamo de 3,700 millones de euros a China a cambio del control de PDVSA para mantener su estado benefactor ficticio[19]. Ese dinero fue utilizado para proseguir con la política chavista dadivosa, en otras palabras, se ha ido en gasto corriente, subsidios regresivos (como el de los combustibles) y en despensas para cooptar hacia al chavismo militarizado de Maduro y Cabello a los más desafortunados, he ahí una de las causas de la hiperinflación. En México los partidarios de la izquierda radical –y no tan radical- en contra de la Reforma Energética suelen utilizar a PDVSA y al régimen venezolano como un ejemplo de lo que es la “verdadera soberanía” y demás estribillos clásicos anacrónicos. Espero que no se refieran a que Pemex sea embargado por China y a que le regalemos petróleo a Cuba.

9.     Política asistencialista

“En  México estamos peor… al menos los venezolanos tienen vivienda”. He escrito sobre las calamidades de la política de vivienda mexicana y sus terribles consecuencias urbanas, he sido crítico de la miseria mexicana y de lo mucho que nos falta por progresar en materia de pobreza[20], sin embargo la miseria venezolana está hoy en un universo completamente distinto al de los países libres de América Latina. Regalar dinero como lo hizo Chávez para ajustar las cifras de pobreza durante su mandato no significó abatir la pobreza. Chávez derrochó los recursos petroleros al grado de perder el control de PDVSA, factura que ahora tiene que pagar Maduro; expropió más de 1,200 empresas[21] y quebró más de 95% de éstas derrumbando los pilares de cualquier generación de riqueza. Solo estando en las calles de Caracas uno entiende que el gobierno no es generador de riqueza sino el que arrasa con ella; y así como en el caso mexicano, en el venezolano cuando el Estado ha tenido el control de empresas ha sido un fracaso incuestionable. Hoy no existe una sola empresa venezolana trasnacional o de capital privado fuerte, el reflejo de ello ya es evidente en todas las células sociales, políticas y físicas del país.

Por otro lado, los cubanos han tomado control del resto de PDVSA, de esta manera el gobierno de Maduro le regala unos 12 mil millones de dólares a Cuba anualmente[22], situación que abona al desmembramiento venezolano. Como dicen mantas irónicamente en las calles del municipio Libertador en Caracas: “Ya no somos el patio trasero de EE. UU., ahora somos el de Cuba”. Con la misma ironía, Cuba ahora utiliza ese dinero venezolano para irse abriendo poco a poco y realizar algunas insípidas reformas que mantengan vigente y sostenible a la dictadura caribeña mientras le ven la cara los venezolanos con la promesa de una utopía socialista en una interminable revolución que suena muy bien en la propaganda y discursos oficiales pero que va deteriorando cada rincón de las ciudades, la moral ciudadana, la economía y aplastando la necesidad y naturaleza de existencia de oposiciones políticas.

10. Narcotráfico

El narcotráfico se ha trasladado de Colombia a Venezuela para beneplácito de los militares bolivarianos y bien visto por los EE. UU. Es mejor que los “malos” productores y distribuidores de cocaína sean los del régimen “socialista anti yanqui” en vez de la cada vez más sólida democracia colombiana, país al cuál se le ha invertido muchísimo para que haya estabilidad, paz, libertad y progreso. Hoy las élites venezolanas en el poder mantienen una estrecha y cínica –abierta- relación con el narcotráfico que va desde las favelas controladas por los colectivos[23] [24] hasta para el financiamiento de la GNB y otras actividades del aparato militar (Cartel de los Soles[25]).

11. ¿Auto determinación?

Los venezolanos se auto determinaron, pero no para sufrir la brutal represión militar ya descrita, tampoco eligieron un gobierno democrático “socialista” para que éste fuera mimetizándose en una dictadura militar; tampoco escogieron el sistema chavista para que China les embargara el petróleo y para que Cuba se llevara el resto. Y tampoco votaron por una doctrina anti imperialista con Chávez para librarse de EE. UU. para, al final, acabar entregados a Cuba. La Doctrina Estrada tiene sus límites, el respeto al derecho ajeno también. La neutralidad puede resultar en complicidad. Peor aún, el caso venezolano está encajándose profundamente en la política mexicana, y más que un asunto de auto determinación pasará a ser un asunto de política interior mexicana. Además de la responsabilidad ética que tenemos como personas, no como ciudadanos de aquí o allá, de denunciar lo que evidentemente está mal.


[1] Encuentro Internacional “América Latina: La libertad es el futuro”, disponible en:  http://cedice.org.ve/encuentro-internacional-america-latina-la-libertad-es-el-futuro/?utm_source=hootsuite&utm_campaign=hootsuite
[2] Vargas Llosa: “La política venezolana está condenada al fracaso”, disponible en: http://www.el-nacional.com/politica/Vargas-Llosa-politica-venezolana-condenada_0_397160552.html

martes, 8 de abril de 2014

Documento de posición sobre algunos puntos de la iniciativa de Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión

La iniciativa de reforma de las leyes secundarias en materia de
telecomunicaciones, presentada por el Ejecutivo Federal el 25 de marzo
pasado en el Senado, en nombre de la seguridad pública y la seguridad
nacional, amplía el poder del Gobierno para controlar a los individuos, y
reduce diversas libertades individuales.

1. La propuesta establece la creación de un “registro y control de las
comunicaciones que se realicen desde cualquier dispositivo, bajo
cualquier modalidad, que permita identificar con precisión:
a. Nombre, denominación o razón social y domicilio del suscriptor,
b. Tipo de comunicación y servicio,
c. Origen y destino de las comunicaciones,
d. La fecha, hora y duración de las comunicaciones,
e. Identificación y características técnicas de los dispositivos,
incluyendo el código internacional de fabricación,
f. La ubicación geográfica del dispositivo, y
g. Los datos que hubiere entregado el titular del servicio.”
(Artículo 192 de la propuesta
Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión)

Se propone que este registro se conserve al menos dos años después de
realizada la comunicación, pero este plazo puede extenderse a petición de
autoridad competente, que podrá ser: la Procuraduría General de la República,
las Instituciones de Procuración de Justicia Estatales, el Centro de Investigación
y Seguridad Nacional, la Policía Federal, la Secretaría de la Defensa Nacional y
la Secretaría de Marina.

Si bien establece sanciones para quienes utilicen estos datos para fines distintos
a los autorizados, este registro constituye una base de datos cuya sola
existencia plantea una amenaza, tanto para la libertad, como para la
seguridad de los individuos.

2. Por otro lado, se propone que los concesionarios deberán “bloquear el
acceso a contenidos, aplicaciones o servicios por orden de autoridad, o
cuando sean contrarios a alguna normatividad.”
(Artículo 145 de la propuesta
Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión)

No se especifica quién es la autoridad competente, ni cuáles son las
normatividades que servirán como referente, para que esas autoridades ordenen bloquear los contenidos.

Al respecto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de
los Estado Americanos (OEA), la Organización para la Seguridad y la
Cooperación en Europa (OSCE), y la Comisión Africana de Derechos Humanos y
de los Pueblos (CADHP), en una Declaración conjunta en junio de 2011, han
dicho que:
“El bloqueo obligatorio de sitios web enteros, direcciones IP, puertos,
protocolos de red o ciertos tipos de usos (como las redes sociales),
constituye una medida extrema –análoga a la prohibición de un
periódico o emisora de radio o televisión– que sólo podría estar justificada
conforme a estándares internacionales, por ejemplo, cuando sea
necesaria para proteger a menores del abuso sexual.”

Y que:
“Los sistemas de filtrado de contenidos impuestos por gobiernos o
proveedores de servicios comerciales que no sean controlados por el
usuario final, constituyen una forma de censura previa, y no representan
una restricción justificada a la libertad de expresión.”

El Ejecutivo pretende poder establecer la CENSURA PREVIA en internet sin
establecer criterios que limiten efectivamente ese poder, sino tan sólo “por
orden de autoridad” o “cuando sean contrarias a alguna normatividad”.

3. Por último, se propone que los concesionarios deberán “bloquear, inhibir
o anular de manera temporal las señales de telecomunicaciones en
eventos y lugares críticos para la seguridad pública y nacional, a solicitud
de las autoridades competentes (…) sobre todas las bandas de
frecuencia que indique el Instituto [Federal de Telecomunicaciones], de
conformidad con las solicitudes de las autoridades competentes.”
(Artículo 197, fracción VII de la propuesta
Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión)

De nuevo, no se establece quiénes serán las autoridades competentes, ni los
supuestos bajo los cuales se podrá calificar a un lugar o evento como “crítico
para la seguridad pública y nacional”.

De aprobarse esta disposición, estaríamos entregando a los Gobiernos en turno,
la posibilidad de actuar impunemente en contra de individuos legal y
legítimamente organizados, y en ejercicio de sus libertades de expresión,
reunión y asociación, sin que pueda fluir la información sobre lo que acontece
más allá de unas cuadras a la redonda.

La Declaración conjunta de la OEA y la ONU de 2011, estableció:


“La interrupción del acceso a internet, o a parte de éste, aplicada a
poblaciones enteras o a determinados segmentos del público
(cancelación de internet) no puede estar justificada en ningún caso, ni
siquiera por razones de orden público o seguridad nacional.”

Nuestro país, y el mundo, ya han visto grandes abusos del poder público, e
inclusive masacres, en las que la información necesaria para detener la
violencia gubernamental, ha llegado demasiado tarde.

* * *
En resumen, las medidas que se proponen dan la Ilusión de seguridad, pero
restringen libertades de expresión, de reunión, y de privacidad de los datos
sobre la vida de los individuos. Colocar la seguridad por encima de la libertad,
otorga poder al Gobierno y lo quita a los individuos.

Callar a los individuos, cortando medios de expresión, en aras de la seguridad
nacional, y vigilarlos en cada comunicación, equivale a convertir al pueblo en
enemigo del Gobierno.

La democracia permite a los individuos contar con un Gobierno que proteja sus
libertades y les sirva a ellos, no a sí mismo. No debemos perder el control de
nuestro Gobierno, ni entregarle nuestras libertados, ni siquiera en nombre de la
seguridad.